miércoles, 8 de abril de 2009

Las peladas no clasifican, y además, claro, también saben pensar. Es por eso que no saben lo que es el racismo ni la discriminación. Ellas son de diferentes colores y ni siquiera son siempre de un mismo color. A veces no lo son ni dos días seguidos. Por eso no entienden esas cosas, ni las imaginan. Y eso es lo que les permite lograr comprender tantas otras. Ellas llevan la diferencia tan dentro como nosotros la humanidad. Cuando se miran entre si, ven sus almas, el alma fluyendo en ese mismo momento, que tampoco puede definirse como algo esencial ni eterno, sino eso, algo que se mueve, que cambia, que es pero que puede no ser, asi y asa... y esas cosas...